Según una vieja leyenda Celta, una comunidad de gotas de agua formaba parte de un hermoso lago de montaña. Pasaban el día jugando con los peces y acariciando las rocas del lago. Desde este podían ver el mar a los pies de la montaña. Atraídas por la inmensidad de este y su espíritu aventurero, una primavera decidieron unirse al mar para disfrutar nuevas experiencias.
Pasaron muchos días descendiendo por la montaña en búsqueda de un cause que las lleve al lugar anhelado. Una mañana vibraron de alegría al despertarse escuchando el sonido del mar, sabiendo que en unos pocos días se encontrarían disfrutando de nuevas aventuras. Siguieron descendiendo hasta que se encontraron con una gran masa de arena delante del mar. Las primeras gotas se adentraron en la gran masa amarilla, pero para sorpresa de la comunidad fueron devoradas por la arena. Las restantes detuvieron su marcha y con gran tristeza vieron cómo su sueño de alcanzar el mar se desvanecía.
Pasaban los días todas reunidas compartiendo la tristeza de tener que desistir de su sueño. Un días una de ella les propuso dejar de ser gotas de agua y transformarse en vapor de agua . Seguramente llevadas por el viento volverían a caer con la lluvia como gotas sobre el mar. Algunas no se sentían capaces de transformarse, otras tenían miedo de perder su esencia de gota de agua. Sin embargo, el deseo de querer ser parte del mar era tan fuerte que decidieron llevar a cabo la transformación.
A los pocos días estaba la comunidad de gotas de agua nuevamente reunida, esta vez en el seno del mar.
Reflexión
Las gotas de agua tenían la expectativa de llegar al mar siendo las mismas que se encontraban en el lago. Muchas veces, nuestras expectativas conspiran contra nosotros. Si ellas hubieran insistido en permanecer como gota de agua, habrían desaparecido sin llegar a cumplir lo que querían. Fue necesario que aceptaran el desafío para poder transformarse y alcanzar el mar. ¿Cuántas veces nos encontramos en situaciones parecidas? Necesitamos reinventarnos para poder alcanzar lo que queremos y no nos sentimos capaces o tememos emprender el camino de la transformación. La motivación de la comunidad por lograr lo que querían era tan firme, que a pesar de los miedos e incertidumbres se transformaron.
Ricardo Zamponi
Escucha un cuento Cuentista
Pingback: Dos Piezas - Cuentista.es
Pingback: Valores en pugna | Alianza DPS
Pingback: Creencias Limitantes | Alianza DPS
Pingback: El camino justo es el tuyo. | Alianza DPS