La comunidad de los Daelins se preparaba para llevar a cabo la festividad de la Tierra, una de sus celebraciones más importante. Todos en la tribu se encontraban convulsionados ante la proximidad del evento. Los discípulos de Quinn eran los encargados de organizar los rituales que se llevarían a cabo. Desde su cabaña, el hombre sabio observaba el ir y venir frenético de sus discípulos. Se movían chocándose entre si y con miembros de la tribu, se gritaban los unos a otros y sus caras expresaban ansiedad, nerviosismo y enfado.
Quinn ante esta situación decidió impartir una enseñanza. Convocó a todos sus alumnos a dar un paseo en bote al atardecer por el lago. El sabio conocedor del lago y sus vientos vio como los rostros de los discípulos expresaban miedo y preocupación ante la creciente furia del lago. Algunos gritaban de miedo, otros suplicaban con lágrimas por volver a tierra.
Llegado ese momento, Quinn se dirigió a ellos
¨A pesar de lo embravecida que esta el agua, nuestro bote se hundirá únicamente si dejamos que esta entre en él¨. Dicho esto, dirigió el bote a la orilla, descendió del mismo sin hacer ningún comentario. Muchos de sus discípulos, aún nerviosos, se miraban extrañados por el comentario del hombre sabio. Unos pocos, ya mas tranquilos meditaban sobre las palabras de su maestro.
Reflexión
En esta breve historia vemos como los alumnos de Quinn, inmersos en los preparativos de la festividad, se dejan contagiar por la ansiedad y nerviosismo de la comunidad. El sabio los invita a reflexionar empleando la metáfora del lago embravecido y el bote.
¿Cuantas veces nos contagiamos con lo que ocurre a nuestro alrededor?
¿Cómo esto afecta nuestro comportamiento?
¿Qué podemos cambiar de lo que sucede?
¿Cómo alcanzaremos nuestros objetivos si dejamos entrar agua en nuestro bote?
Ricardo Zamponi
Cuento Escogido : El leon temeroso
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