La comunidad de gotas de agua disfrutaba del mar. En el camino a él habían aprendido que la transformación fue imprescindible para alcanzarlo. Un día, luego de jugar con un par de erizos, Aiwen comentó a sus compañeras que quería retornar al lago. Ellas trataron de convencerla de que dejara esa idea enumerando los beneficios de quedarse todas juntas en el mar.
Pasaron los días y Aiwen se sentía cada vez mas melancólica y ya no jugaba con sus amigas. Ellas no la entendían, la miraban con cariño y tristeza. Un delfín que observaba la situación se dirigió a Aiwen
¿Qué estas haciendo?
Aiwen se sintió sorprendida y avergonzada por la pregunta del pez. Al cabo de un par de minutos le respondió
Estoy pensando en el lago y mi deseo de volver a él.
El delfín la miró y le preguntó
¿Para que quieres volver al lago?
Ella permaneció unos minutos en silencio y luego le respondió
En el lago encuentro la tranquilidad que no hallo en el mar
El pez volvió a dirigirse a ella
¿Qué te impide volver?
Luego de reflexionar Aiwen le respondió
Si vuelvo me separaré de mis amigas, ya que ellas no emprenderán el viaje de retorno.
El comentario del delfín no tardó en llegar
Ambos motivos son muy valiosos para ti, tendrás que decidir cual es hoy el más importante.
A la mañana siguiente, la comunidad de gotas de agua despedía a Aiwen que emprendía su viaje de retorno al lago en búsqueda de tranquilidad y nuevas amistades.
Reflexión
Los valores que cada persona tienen son la fuente de motivación para sus acciones. Cuando lo que queremos lograr se encuentra alineado con uno de nuestros valores fundamentales seguramente lo alcanzaremos. Al igual que Aiwen, muchas veces en la vida tenemos valores que compiten entre ellos. Deberíamos ser conscientes que alinearnos de forma total con todos ellos al mismo tiempo es imposible. Debemos aceptar la decisión de llegar a un equilibrio entre ellos, ponderando aquellos valores que son mas relevantes para nosotros. Este equilibrio es único para cada persona y momento de su vida. En el relato, Aiwen se da cuenta que no puede hallar la tranquilidad que desea en el mar y prefiere alinearse con ese valor más que con el de la amistad, por lo que decide volver al lago.
Muchas personas en su vida deben afrontar situaciones similares con valores como desarrollo profesional, vida familiar, amistades, tiempo libre, estabilidad económica, relación de pareja, libertad, etc. Alcanzar conscientemente el equilibrio y aceptarlo permite no embarcarnos en objetivos que jamás alcanzaremos porque inconscientemente lo sabotearemos, ya que nos alejan de nuestros valores fundamentales.
Ricardo Zamponi
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