Reflexión sobre nuestras creencias:
Un hombre encontró un huevo de águila. Se lo llevó y lo colocó en el nido de una gallina de corral. El aguilucho fue incubado y creció con la nidada de pollos. Durante toda su vida, el águila hizo lo mismo que hacían los demás, pensando que era un pollo. Escarbaba en la tierra en búsqueda de gusanos e insectos, piando y cacareando. Incluso sacudía sus alas y volaba unos metros por el aire, igual que los pollos. Después de todo, ¿no es así como vuelan los pollos?
Pasaron los años y el águila se hizo vieja. Un día diviso muy por encima de ella, en el límpido cielo, una magnifica ave que flotaba elegante y majestuosamente entre las corrientes de aire, moviendo sus poderosas alas doradas. La vieja águila miraba asombrada hacia arriba.
¿Qué es esto? – pregunto a una gallina que estaba junto a ella.
Es un águila, la reina de las aves – respondió la gallina – , pero no pienses en ello. Tú y yo somos diferentes de ella.
De manera que el águila nunca más volvió a pensar en ello. Murió creyendo que era una simple gallina de corral
El Águila Real
Anthony de Mello
En esta breve historia, Anthony de Mello nos hace tomar consciencia que por nuestras creencias podemos comportarnos como pollos, siendo águilas. No puedo! , no servís para ello! eso no es para mi!, no lo vas a lograr! son frases que nos dicen o nos decimos nosotros mismo . Estas construyen creencias en nuestro cerebro. Al igual que el águila del cuento, las tomamos como ciertas y conllevan a tener comportamientos que limitan nuestro desarrollo como persona. ¿Estamos haciendo uso de todo nuestro potencial en nuestras vidas? Ser conscientes que podemos revisar nuestras creencias y desafiarlas, nos puede llevar a empoderarnos y desarrollarnos más como individuos. El coachee puede solicitar el acompañamiento de un coach para la revisión de sus creencias y transformar aquellas que lo limitan en potenciadoras.
Ricardo Zamponi
Escucha el cuento La Mecha
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