Este cuento nos ilustra que comprender donde esta la realidad no es tan evidente como puede parecernos
La Riqueza
Una vez, un padre de familia acaudalada llevó a su hijo a un viaje por el campo con el firme propósito de que su hijo viera cuan pobres era la gente del campo.
Estuvieron por espacio de un día y una noche completos en una granja de una familia campesina muy humilde.
Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le pregunta a su hijo:
_¿Qué te pareció el viaje?
_¡Muy bonito papá!
_¿Viste que tan pobre puede ser la gente?
_¡Sí!
_¿Y qué aprendiste?
-Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una piscina, ellos tienen un arroyo que no tiene fin. Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. Nuestro patio llega hasta la muralla de la casa, el de ellos tiene todo un horizonte. También vi que ellos tienen tiempo para platicar y convivir en familia.
El padre del muchacho quedó mudo después de este relato… y su hijo agregó:
_¡Gracias papá por enseñarme lo ricos que podemos llegar a ser!
En este breve relato podemos observar como ante una misma realidad, dos personas pueden proyectar imágenes mentales completamente diferentes. La interpretación que nuestro cerebro hace de la realidad esta asociada con nuestras experiencias, creencias y emociones. Muchas veces nuestros comportamientos fruto de esa interpretación de la realidad nos limitan en obtener lo que somos capaces y deseamos lograr. Deberíamos ser conscientes que ello puede cambiar si revisamos nuestras creencias, gestionamos de forma diferente las emociones y revisitamos el sentido que asignamos a nuestras experiencias. El coach acompaña al coachee en este proceso de revisión proveyendo herramientas útiles para realizar este cambio de comportamientos a nuevos que lo empoderen y le permitan expresar todo su potencial.
Ricardo Zamponi
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