Aquel día me desperté sudado y nervioso, era la tercera vez que me presentaba a rendir esa prueba. El miedo a no superarla me producía un fuerte dolor de estómago. Llevaba varios días sumido en un estado de desesperación con pensamientos negativos. Me sentía incapaz de aprobarla a pesar del tiempo que llevaba preparándome. Ya conocía […]